Parece ser que en los periodos vacacionales, es cuando se producen los periodos de inflexión económica negativa de nuestro país.
Según dicen los entendidos, en el área económica, en agosto del año 2011, cuando todo el mundo estaba “gravitando” en sus vacaciones, sol, playa, montaña y muchas familias en sus casas, la situación económica de España, no daba para mucho más y a punto estuvimos de ser intervenidos, por nuestros socios de la UE.
Hoy recién incorporado de las mini-vacaciones se semana Santa, sol, lluvia, playa, nieve, montaña, procesiones y todavía muchas más familias en sus casas, te despiertas y lees, escuchas los medios de comunicación, y te enteras de que estamos en una situación económica insostenible. Nuestros socios europeos no creen realizable la consecución del presupuesto para el presente año, aprobado en marzo, y aún nos piden más ajustes de efectividad inmediata, y no a corto y medio plazo.
La pregunta pues es la siguiente: ¿Qué pasa en los periodos vacacionales? Los diferentes gobiernos, independientemente de su ideología, no manejan la COMUNICACION de forma adecuada, NO TRANSMITEN. Si este hecho se produce en periodos “laborales”, en los “vacacionales” no nos enteramos de nada y a “toro pasado” nos encontramos con informaciones como las que he detallado anteriormente.
Si ya,cotidianamente, de por sí existe “mutismo” en la comunicación en los periodos “vacacionales” se produce el “silencio absoluto”, no se nos dice nada a la espera de que pueda arreglarse el “desaguisado” si es que éste existe.
Todo sea que a la vuelta de un puente, mini-vacaciones o vacaciones estivales, nos encontremos con la desagradable sorpresa de que ya no somos un “país”, sino una “colonia” intervenida. ¿Será por falta de COMUNICACIÓN? Esa es la causa principal. Se adopten las medidas que se adopten, en beneficio de nuestro país, por favor comuníquenlas. NO ES obligatorio PERO SÍ NECESARIO. Los ciudadanos necesitamos estar informados, y si puede ser de primera mano mejor, necesitamos conocer el porqué de las cosas, y no por simple curiosidad, sino para arrimar el hombro como se ha demostrado en la “prolífica” historia de España.