Mucho se está hablando, y en este país somos muy propensos a este tipo de comentarios, del futuro del papel ante la irrupción de soportes digitales. ¿Desaparecerá?¿Qué papel juega la prensa escrita ante un futuro digitalizado?
Particularmente, soy defensor acérrimo de la prensa, crecí con ella y seguiré siendo fiel a la misma mientras dure mi existencia. La prensa ha jugado un papel importantísimo para muchas generaciones y lo seguirá haciendo. Evidentemente también creo en los nuevos soportes y no los desdeño, sino todo lo contrario, cada vez más intento desarrollar nuevas utilidades. Ahora bien, si me hago la pregunta ¿Claudicará el soporte papel ante lo digital? Mi respuesta contundente es NO, y si no hagamos memoria, la televisión no “mató” al cine, ni a la radio, ni al libro. Al contrario, todos conviven en armonía, consecuentemente la prensa no desaparecerá ante lo digital.
Los lectores de prensa buscamos una información fiable, que analice qué está pasando y por ello leemos nuestro periódico de referencia ¿Qué nos ofrece éste? Credibilidad y confianza. Credibilidad, ganada a través del tiempo y confianza, por los análisis de contenidos. Las redacciones de los periódicos, marcan las pautas ideológicas que movilizan a otros medios: radio, televisión e internet. Convirtiéndose, por ende, en la zona de mayor valor de los grupos mediáticos que se los diferencia, generando la “adicción” de sus lectores, oyentes o telespectadores. Por lo tanto los atributos del medio prensa no desaparecerán. Cambiarán, como están cambiando tantas cosas.
No es este el momento, para realizar análisis comparativos entre el papel y el digital. Cada uno tiene un perfil determinado y determinante, podemos decir que una personalidad propia. La experiencia contra la emergencia, la primera generada, desarrollada y consolidada durante décadas de existencia, la segunda más próxima, contemporánea en fase de desarrollo evolutivo hacia un futuro abierto a constante innovación. Ante esto la pregunta es:
¿Qué futuro le espera pues al soporte papel? Evidentemente seguirá existiendo, aunque venderá menos, pero por el contrario será un producto atractivo para una parte relevante de la sociedad, de un elevado nivel cultural y alto nivel adquisitivo. Será una “joya mediática”, manteniendo la premisa económica. Si genera ingresos, hay negocio.
Larga vida al papel de la prensa, y no se olvide, este artículo lo ha leído en su versión digital.