El mundo de la publicidad es complejo y hermoso a la vez, además en estos últimos años evoluciona a una velocidad de vértigo, obligando a los publicitarios a asimilar día a día nuevas formas de entender, expresar y plasmar la publicidad.
Creo que somos una profesión que lucha por estar al día en las nuevas tendencias, y para dar un servicio “a la última” a nuestros clientes. Siempre he pensado que soy un colaborador de las empresas con las que trabajo, “mis clientes” y establezco relaciones de cordialidad con ellos y con los proveedores.
Creo realmente que la única forma de trabajar es bajo las bases de una confianza, que por supuesto, hay que ganarse (los clientes no la dan “a priori”). Pero el mejor aval, es el trabajo bien hecho, la claridad en todos los puntos.
Todos los clientes saben que las agencias tienen un porcentaje (no somos ONGs), pero no hace falta explicarlo, porque su empresa como la mía tiene unos márgenes comerciales (si no fuera así, no creo que existiera la empresa privada).
Por ello, el sector publicitario, es como cualquier otro sector, ni mejor ni peor, pero por supuesto, realizando nuestro trabajo con esfuerzo e ilusión.