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Es cierto que la irrupción de los e-book, ha abierto una nueva forma de acceder a la lectura y por lo tanto de interpretar y aumentar el conocimiento a personas que de otra manera jamás hubiesen sentido la necesidad de leer un libro. Hasta aquí bien. No se trata de desglosar las ventajas y/o inconvenientes que comparativamente puede tener un libro tradicional con un e-book, se trata de hacer un “llamamiento” a todos aquellos que están “castigando” al libro tradicional arrojándolos a la basura, para almacenarlos en su moderno e-book. Hace no mucho tiempo, al lado de un contenedor de basura vi una enciclopedia de unos veinte tomos preparada para ser recogida por los empleados de la basura. No la dieron la posibilidad ni siquiera de ser reciclada, ya que el contenedor era de residuos organicos.Por impulso me acerqué a ella vi que estaba en perfecto estado (quizás nunca la abrieron) e inmediatamente, movido por un impulso, la introduje en el maletero de mi coche.

 No me movió ningún ánimo de posterior “lucro” (inexistente), mi primer impulso fue “rescatar”, del peor de los destinos, una parte de cultura, y el esfuerzo de de una familia, que aunque solo fuera para cubrir un hueco en la estantería de su salón, pagó de forma regular y dilatada en el tiempo las cuotas mensuales que le girara la editorial hasta ser propietaria de pleno derecho de la misma. Todo un esfuerzo cultural y económico a punto de ser tirado a la basura. Cuantos hechos de este tipo, pasarán cotidianamente. No me gustaría que se llegara a las acciones descritas en la novela del autor americano Ray Bradbury (1953),posteriormente (1966) llevada al cine por el director francés François Truffaut,que se titulaba FAHRENHEIT 451,cuya lectura y visualización recomiendo. El título hace referencia a la temperatura que el papel de los libros tradicionales combustiona, 233ºC aproximadamente. El libro tradicional, puede ser afectado de manera lesiva por el agua y el fuego, hecho que en el caso del agua, en pequeña cantidad, no suele afectar a los e-books. Por otro lado la “liturgia” de adquirir un libro en cualquier establecimiento especializado, nos hace comunicarnos con los demás, estar en contacto con los que nos rodean.Bajarse, adquirir un libro de cualquier biblioteca “virtual-digital”, es una forma intimista de acceder a aquello que nos interesa ,para su lectura. Son opciones diferentes. Aunque la tecnología avanza de manera vertiginosa, los e-books no dejan de ser instrumentos “mecanicos-electronicos” que en un momento dado pueden fallar, de tal forma y manera que puedan llegar a perder toda su información de manera irrecuperable, destruyendo toda la cultura almacenada en su memoria. El libro tradicional, puede ocupar un espacio en nuestras estanterías, pero al margen de la absorción de polvo puede leerse y/o releerse todas las veces que uno tenga necesidad de ello, incluso comparar las acotaciones marginales con las que podrían hacerse en este momento. Es una forma de analizar como uno mismo, como lector, se desarrolla personalmente. Leer es conocer, y dar a conocer lo conocido es comunicar y enseñar. Lo verdaderamente importante, pues, es leer mediante el medio que sea (Libro o e-book), para luego comunicar. Larga vida y convivencia a los libros y bienvenidos los e-bboks.